Los procesos participativos son un elemento central en los debates teóricos sobre la calidad de la democracia y sus actuales procesos de transformación. Si en los análisis teóricos se problematiza el objetivo de la participación, las dificultades aumentan al analizar experiencias concretas que buscan articular las dinámicas de la participación con la profundización de la democracia. Reflexionamos sobre la cuestión a partir de Jesús Ibáñez. En primer lugar, se aborda el tema de la crisis de la democracia liberal y los problemas que ésta acarrea para legitimar una democracia incapaz de contrarrestar la hegemonía de los mercados. A continuación, analizamos el resurgimiento de un tipo de democracia participativa en la que el protagonismo reside en las instituciones. Por último, abordamos la democracia real, aquella que otorga el papel actor a la sociedad civil. Ilustramos esta cuestión a partir del análisis de las percepciones sociales sobre la situación política en el Estado español.